6 de abril de 2020

Insostenible

No puedes hacerte una idea de lo que vivo en mi interior. Es como un fuego que se propaga por mis venas y me quema desde dentro, reflejándolo fuera con quemazón roja sobre la fina piel.

Es un dolor hueco, de esos que vives en soledad. Que no le muestras a nadie. Que ocultas bajo la máscara de una mueca siniestra llamada sonrisa falsa. Hipocresía.

No sabes a quién acudir. Qué decir. Cómo actuar. El miedo se apodera de tus entrañas. Los dedos tiemblan. Las rodillas flaqueas. Te golpeas en la ducha entre tanto llanto y caes al suelo húmedo. El cuerpo desnudo con cortes sangrantes. Con magulladuras moradas. Moretones violetas.


Pasan los minutos y los labios se tornan blancos. Pálidos como tu piel cada vez más marchita. Un rostro ceniciento que recibe con paz las gotas de agua de la ducha, camuflándose con las lágrimas.
El calvario se hace eco en los oídos taponados por las expresiones de dolor al llorar. Sales del baño chorreando en agua y sangre. Una mezcla rosácea que se antoja bella, como un cuadro abstracto plasmado en la toalla blanca. 

Tu piel, teñida de una capa escarlata que despelleja como el cuerpo de las serpientes, arde con un fuego especial. El mismo fuego abrasador de tus ojos ahogados en sangre. Unas venitas hinchadas por el sufrimiento que estalla de dentro a afuera. 

La boca tiembla, unos labios agrietados que esconden una hermosa sonrisa ahora oculta por el dolor. Por el miedo. Por la lentitud del tiempo. Por la impotencia. Por la incertidumbre. 

Luego no queda nada. Solo oscuridad entre las sábanas. La larga noche se abre paso. Con un caminar lento pero seguro. Las manecillas del reloj se paran. En tu mente todo da más vueltas que tu cuerpo entre las mantas, esas que ahora te pesan tanto y te hacen sudar con cada pequeño vaivén de pies y manos.
Ahí están de nuevo las lágrimas, ahí está de nuevo el dolor, las palabras dañinas que se repiten en tu cabeza una y otra vez con tu propia voz. Tu consciencia hablándote en la penumbra. La batalla interna saca su bandera blanca pidiendo tregua con el mundo exterior. Pidiendo una paz que parece no llegar a este conflicto insostenible.


ATTE: Sandra J.M

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