Estoy hablando de las personas-caparazón. Esas personas las cuales se ocultan tras una máscara, usan un escudo, una barrera, una burbuja protectora alrededor de sus sentimientos para que nadie lo atraviese y se atreva a tocarle, a acariciar ese corazón lastimado.
Esas personas suelen ser criaturas que han sufrido mucho al exponer su corazón, han sido traicionados por alguien a quien le abrieron el alma. Y ahora, como una especie de escarmiento a si mismos, un castigo por haber sido "tan ingenuos", se cierran para todos, llegando incluso a olvidar ellos mismos cómo era sentir.
Un caparazón duro, resistente e inescrutable. Ocultan sus emociones hasta al más cercano de sus amigos. No dan su corazón en una relación, haciendo que esta fracase.
Reflejan en su vida social una serie de inseguridades que los destrozan por dentro, los alejan del resto y deciden cerrarse aún más, como un bucle sin final.
Solo desean un abrazo sincero, que los escuchen, que les aseguren que no volverán a ser dañados, que el abrazo los proteja... Pero no llega y se esconden entre lágrimas, manos y sábanas sucias.
La música es un auxilio, el salvavidas de su calvario... los días pasan y la ayuda no llega, se ahogan, el caparazón los estruja, les aprisiona como una serpiente asfixia a su presa.
Y luego nada. Son pura roca y cero corazón.
Solo desean una muy necesaria atención.

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