16 de noviembre de 2017

Fiel a mí

Me está abrumando un miedo desconocido para mí.

Los recuerdos se aferran a mis neuronas con uñas de hierro. Sangran mis ojos al rememorar cada recuerdo del pasado.
Turbio pasado.

¿No se os revuelve las entrañas al recordar un hecho que ya habéis sufrido y lo volvéis a sentir como si fuese la primera vez? 

No quiero sentirlo. Desaparece asqueroso recuerdo, hedor de nostalgia, repugnante pero espléndida memoria.
No te quiero, ¿no te queda claro? Vete, escoge otro camino que no sea hacerme sufrir en mi trágico presente.

En sueños te pasean por mis historias ficticias. Morfeo está enfadado por ello. Enturbias su trabajo. Las noches son más oscuras con vosotros aguardando en mi memoria. 

La llaga se reabre, escuece y, vuelve a cerrarse. Se ríe de mí. Se ríe de mi felicidad. 
Quiere dolor, sufrimiento, venganza.
Cree que puede hacerme enloquecer, que me pierda a mi misma y a mi fuerza interna.
Mi voluntad para vivir. No cree que sea fiel a mí.

Quiere hacerme caer en la soledad de mi mente, en la ansiedad matutina, las noches de insomnio y las tardes con lágrimas secas en las mejillas. No le gusta que eso se haya acabado.

Los recuerdos quieren más. No quieren desaparecer y, para ello tienen que hacer acto de presencia. Como alcohol sobre heridas abiertas. Vienen para quedarse.

¡Basta ya! Soy fiel a mí, a mi felicidad, a la Sandra de ahora. Los recuerdos son solo experiencias vividas en el pasado. Sin valor de peso en la actualidad. Meros recordatorios de lo que una vez fui, no lo que soy ahora. 
Esas entrañas que se revuelven ante ellos son pasajeras, sin importancia. Humo que se dispersa en el aire puro del futuro. Agua tóxica. 

Nunca dejaré de pensar así, por muchas veces que decaiga. Pues siempre seré
fiel a mí.


Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario