De que me provocabas una sonrisa cada vez que nos veíamos.
Que me reía hasta de tus chistes más incoherentes.
Que rozaba mis manos por tus brazos con pretextos estúpidos.
Que he llorado por ti en más de una ocasión porque mi cerebro creaba historias románticas pero utópicas al pasearse por mi imaginación y escribir en el folio blanco que es mi mente cuando sueño.
Como despertaba sobresaltada al percatarme que eras un vago recuerdo nocturno de mi subconsciente.
Duele cuando me giras la cara o esquivas mis miradas.
Eres tóxico y dañino cuando me dices palabras bonitas y al día siguiente se lo vomitas a otras niñitas.
Sin embargo, mis labios siguen rogando por tus besos, mis manos buscan tus caricias y mi piel extraña tu tacto.
Las cosquillas que siento en mi estómago cuando te acercas no son mariposas, si no un gran enjambre que me come por dentro.
Sigo pensando que eres consciente de todo lo que me haces sentir. De todos estos pedazos rotos que has hecho de mi. Mi corazón lucha por seguir palpitando entre la pena y el sufrimiento que soportan contigo. Aunque al final...contigo o sin ti, seguirá latiendo.
Eres como un hermoso poema. Una alegre melodía que me hace reír como un libro de chistes.
Quiero besarte hasta dejarte sin aliento y abrazarte hasta sentir tu corazón pegado al mío. Puede sonar muy cursi pero es lo que siento cuando tus pupilas se clavan en las mías y me dejas sin aire en los pulmones.
Escribo estas palabras cargadas de dolor porque tu amor no es para mí. No tengo el poder de calar en ti tanto como tú lo has hecho.
Quiero decirle a esa chica que ahora va agarrada de tu mano, esa misma mano que una vez desee entrelazar con la mía, enredando nuestros dedos mientras paseábamos o nos dejábamos la piel en la cama, que te cuide, te proteja, te mime y te de seguridad. Pero sobre todo, si tienes suerte y has encontrado a la adecuada, que te quiera muchísimo aunque nunca igual como te quise yo.
ATTE:

No hay comentarios:
Publicar un comentario