31 de mayo de 2017

Mariposas

¿No echas de menos sentir esas mariposas que te recorrían el estómago provocando un hormigueo muy placentero? Yo sí. Más que nunca.

Mis palabras están vacías de sentimiento. Todo cuanto escribo carece de mi persona.
Mi corazón, si este puede sentir y no es un invento del cine romántico, está batiéndose en duelo consigo mismo.
Quiere pasión, deseo, amor, romance, confianza, complejidad, compenetración, atracción, emoción, diversión, entusiasmo, compromiso.

Y no encuentro nada de eso. Como una astilla que se clava en el dedo y se niega a salir de ahí, ese malestar me atormenta... Déjame tranquila, impaciencia desbordada, sentimientos encontrados. 

Quiero un poeta que me haga rima, un músico que me componga melodías, un orador que me encante con sus palabras, un payaso que me provoque la risa, un mago que me sorprenda con magia, un amante que me acelere, un amigo que me apoye, un caballero que me proteja, un bailarín que me haga danzar sobre mis pies descalzos, un maestro que me enseñe y un aprendiz que entienda, un compañero que me tenga en su vida y me acepte y comprenda.

Quiero reír entre cosquillas cariñosas, quiero llorar por sorpresas felices, quiero cantar sin complejos ante un oído fino, quiero sonreír al mirar a ese alguien que mis mariposas convoque, abrazar con manos extendidas, fidelidad fija.
Pulso acelerado, complejos superados, latidos exagerados, cerebro enamorado.

ATTE:

Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario