7 de abril de 2017

Revolución

Una bomba de felicidad ha llegado a mi vida como una granada que explota en tu cara, dejándote sordo, ciego...

Vivo mis días con una ilusión que creía perdida. Todo gracias a una cantidad ingesta de nuevas vidas que llegaron a la mía, animándola, provocando un cortocircuito, una parada cardíaca, un choque contra la realidad, avivando la llama de la esperanza, haciéndome creer de nuevo que no todo es gris.

Quien dijese por primera vez que los cambios son buenos, que conocer gente nueva ayudar a sanar cualquier problema en tu consciencia, tenía muchísima razón. Siempre y cuando tengáis suerte y os topéis con personas que si valen la pena de verdad.

He vuelto a desear que llegasen los fines de semana, poder planear con ilusión actividades grupales para salir en fiestas locales. Ha regresado mi confianza en los demás, mi sonrisa más verdadera, mi sinceridad más amable, mis abrazos más cariñosos... Todo gracias a unas personas que en cuestión de minutos entraron a mi vida con una pequeña intrusión por mi parte en su conversación.

Siempre he sido muy impulsiva, aunque actuar por impulso no está bien visto y ni es común en la gente, pero gracias a esa faceta "dañina" de mí, pude empezar a revivir estas emociones que creía perdidas.

Gracias, vida, por no abandonarme y dejarme llorando en una esquina con mi corazón roto por el resto de mis días.

Gracias, Sandra, por seguir viviendo.

Atte: 

Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario