Realmente, si te paras a pensar en ello detenidamente y para aquellos que conozcan el juego, éste no es más que un simulador de vida. Su eslogan "juega a la vida" aún resuena en mi cabeza.
¿Quíén nos asegura que nosotros no pertenecemos también a un mundo más grande del que podemos imaginar y nuestras vidas son controladas por obra y voluntad de un ser mayor, o un jugador en este caso?
No es sino paranoico, la teoría de pertenecer a un juego simulador gigante. Quizás así sintamos más seguridad o por el contrario más incertidumbre al pensar que no somos dueños de nuestro destino pero, ¿quién lo es realmente?

No hay comentarios:
Publicar un comentario