21 de noviembre de 2015

Máscaras de felicidad.

No puedo más. Me destruyo lentamente desde dentro por querer fingir felicidad por fuera.
El dolor me ata y me arrastra al infierno que yo misma creo en mi agonía interna.

Nadie lo comprende, todos creen conocerme y dicen "te veo bien" cuando realmente no lo estoy.
Dudo que sea buena  fingiendo dado que soy muy expresiva, creo que es más falsedad y amor propio de las personas que me ven. Quiero decir que, ellos tienen sus propios problemas y prefieren ignorar los ajenos para centrarse en los suyos.
 Completamente comprensible aunque dañino.

No tengo otra forma de desahogar mi mente saturada más allá de las palabras escritas y el llanto sin control.
No es una llamada de atención ni un medio de dar lástima. Solo una forma de vaciar la papelera de malos pensamientos que recorren ahora mi cabeza, ensuciando mi alma y mi conciencia.
Sin encontrar consuelo en otra parte más que en mis propios consejos internos y palabras escritas ya sea aquí o sobre papel... dejo por siempre reflejado cuanto necesito y añoro un abrazo sincero, profundo y confortable.
 Echo de menos la brisa fría en mi rostro mojado por las lágrimas, la sensación escalofríante que provoca y la marcada seña dejada en las mejillas con un color rosa pálido. 
Alguien que arrastre mi dolor con sus dedos recorriendo mi rostro, susurrando palabras de consuelo en el silencio entre dos suspiros. Calmar mis inquietos movimientos y horribles vibraciones.

Si algún lector de esta entrada me conoce, le pido por favor, sin tan siquiera mencionar que leyó esto... acércate a mí y dime que sonría, que soy fuerte y... que siga viviendo.
¿Valdrá la pena?



Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario