24 de agosto de 2012

Teenage Dream- Capítulo 16


Este es uno de mis capítulos favoritos :)
Capítulo 16: Catorce Años.

Abril de 2012

Las chicas ya habían terminado 1º de E.S.O sin problemas en las notas y ahora cursaban segundo.

En el cumpleaños de los 13 años de Sandra, las chicas habían ido al cine a pasarlo bien y divertirse. Habían pasado un verano 2011 muy bueno, siempre unidas.

Sandra apenas hablaba ya con Sara y Lucía, ya que estas, nunca estaban conectadas a Messenger, y eso a Sandra le preocupaba, pero se mandaban entre ellas mensajes electrónicos y hablaban por teléfono los fines de semana.


Los chicos estaban en tercero, pero seguían siendo amigos, eso creían.

Roberto se había convertido en el novio de María, y Daniel... Seguía enamorado de Sandra sin ningún resultado. Pero ahora se hablaban y se llevaban mejor.

En cambio con Alejandro, había empezado a ignorar a Sandra y se había vuelto muy borde con ella. Y eso evidentemente le preocupaba a nuestra protagonista.

Pero lo que más le preocupaba, es que con su cumpleaños a la vuelta de la esquina, al estar en esa situación con Alejandro, el no llegase a ir a la fiesta, que sus amigas habían preparado.


20 de Abril de 2012

Las chicas salían a empujones del instituto, era Viernes y todo el mundo tenía unas ganas muy grandes de descansar, salir con los amigos...

Sandra, era la que más ganas tenía de salir del instituto, ya que ese día era su cumpleaños y cumplía 14 años.

Había pasado unas navidades felices con sus amigas y con su familia. Los regalos de navidad fueron bien recibidos. Y ahora se llevaba bien con Daniel de nuevo. El problema era que Alejandro la ignoraba desde Febrero cuando se declaró de nuevo ante él, y este de nuevo la rechazó, esta vez delante de todo el instituto.

La pobre chica pasó todo el mes de Marzo, exiliada en su casa, apenas salía con sus amigas y lo único que le quedaban era los libros, leía y leía sin parar y cuando ya no tenía más libros que leer, se ponía a estudiar y ese mes se sacó unas notas increíblemente buenas, para lo que ella solía sacar.

Al despedirse de sus amigas, ya que su madre la recogía para recoger la tarta, Ana, María, Marina y Rocío la nueva amiga de las chicas, llegada de otro colegio de uniforme, y a la que le encantaba la música y la fotografía, y que estaba enamorada de Bruno, un chico de intercambio, organizaban el cumpleaños de Sandra.

-Bien, ¿lo tenéis todo preparado para esta tarde?- Pregunta Ana con un tono de liderazgo.
-Sí, tengo los globos, el sitio donde los vamos a celebrar y el regalo- Contesta Rocío.
-Nosotras ya tenemos las invitaciones enviadas- Dicen al unísono María y Marina.
-¿A quien habéis invitado? Que no me fio de vosotras- Dice Ana mientras las mira con el ceño fruncido.
-Pues a Alejandro, Daniel, Roberto, Raul, Andrés, a Bruno y a Gonzalo- Al pronunciar Marina el nombre del último chico, el rostro de Ana se iluminó.
-De acuerdo esta todo listo, esperemos que esta noche vaya todo bien, y Daniel se comporte, y sobre todo que Alejandro asista, hablaré con Gonzalo para que nos ayude- Concluye Ana despidiéndose con la mano de las chicas.
-Claro.. Claro... Nos vemos esta tarde- Se despide Rocío montándose en el coche junto a su madre.
-Adiós- Se despiden todas....


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Sandra, impaciente y eufórica mira por la ventanilla deseando llegar a la pastelería donde su madre había ido a encargar su tarta de cumpleaños.

Al llegar, se baja del coche y junto a su madre, corriendo entran en la pastelería y recogen el encargo.

Con la tarta en su regazo y de camino a su casa, la madre de Sandra le tiene preparada una sorpresa.

-Sandra te he comprado un vestido para que te lo pongas hoy, y todos los días que tu quieras claro...- Dice la madre de Sandra, sonriendo levemente y sin apartar la mirada de la carretera.
-Oh, vaya mamá, muchísimas gracias- Dice Sandra mirando a su madre y sonriendo de oreja a oreja.
-Quiero que cuando lleguemos a casa y termines de comer, te bañes y te pongas el vestido, ya que te voy a llevar a celebrar tu fiesta.
-¿Que quieres decir mamá? Mi fiesta es en casa.
-Yo no estoy tan segura- Dice la Madre, aparcando frente a su casa y sonriendole a su hija.

Sandra sin comprender pero feliz, sostiene la tarta con las dos manos, y también la mochila en su espalda que su madre le retira y la sostiene ella, para que a su hija no le pese tanto.

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Tras comer y bañarse. Sandra, con la piel húmeda, una toalla en la cabeza y enfundada en ropa interior negra, sube a su habitación y ve sobre la cama, el vestido negro de mangas cortas, y un gran lazo amarillo justo debajo del pecho, extendido a lo largo de la cama.

Se acerca a él y lo coge precipitadamente, se seca un poco el pelo y despacio y con cuidado se introduce el vestido negro. Le queda muy ceñido, pero bonito. Se coloca la tela amarilla alrededor de la cintura y se hace un bonito lazo.

Su madre entra en la habitación con un cepillo en la mano y una caja de zapatos en la otra.

-También te compré unos zapatos a juego...
-Gracias mamá, no se como agradecértelo.
-Con que me lleves a mi y a tu padre a cenar en el día de nuestro cumpleaños me vale- Dice la Madre riendo.
-Vale- Contesta Sandra riendo también y cogiendo la caja de zapatos que le entrega su madre.

Dentro, unos zapatos negros, con 2 cm de cuña envuelto en diversos papeles que Sandra aparta, y cogiendo cada zapato se los pone en cada pie correspondiente.

-Me veo más alta con estos zapatos- Dice Sandra sonriendo mirándose los pies.
    -Y estas más alta, ponte de espaldas- Dice la Madre haciendo un pequeño círculo en el aire con el dedo índice.

Sandra obedece y gira sobre si misma. Se mira el vestido y le sonríe a su madre.

-¿Como me queda?
-Precioso.
-Gracias mamá- Dice Sandra ruborizándose y abrazando a su madre.
-Venga date prisa que tus amigas te esperan..
-Vale enseguida bajo, en cuanto me peine un poco- Dice riendo.
-Vale, te espero abajo, no tardes.
-No, no, vamos vete- Dice Sandra zarandeando la mano.

Tras salir su madre y cerrar la puerta. Sandra coge el peine y comienza a peinarse los rizos, se echa algo de espuma para que los rizos resalten más, se pinta los labios con algo de brillo, un poco de perfume que le regalaron en navidad y trás esperar unos minutos, se coloca una diadema negra en el pelo para adornarlo un poco.

Sonriendo se mira en el espejo y sale de su habitación, hasta llegar abajo y encontrarse con su madre, y su padre que la esperan con la tarta en las manos para llevarla a la fiesta que sus amigas le tienen preparado.


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18:00 p.m

María y Marina vestidas con pantalones vaqueros cortos y camisetas de diversos colores son las primeras en llegar al lugar de la fiesta donde Rocío con una camiseta ancha de Lady GaGa y unos pantalones vaqueros las espera sonriente.

-Ya era hora de que llegaseis, quedamos en que llegaríamos antes que Sandra ¿No?
-Lo sabemos, pero Marina no decidía que camiseta ponerse- Dice María suspirando y señalando a su hermana.
-Bueno, al menos Sandra aun no llego- Dice Marina mientras mira a su alrededor- Pero parece que Ana tampoco a venido aun..
-Eso es porque ella, trae a los chicos aquí- Aclara Rocío.
-¿Y crees que Alejandro vendrá?-Pregunta María Preocupada.
-No lo se, pero más vale que lo haga, si no Sandra pasará el peor cumpleaños de la historia- Dice Rocío zarandeando los brazos.
-Vamos no exageres- Contesta Ana desde la puerta vestida con una camiseta amarilla y unos pantalones blancos, acompañados de unos tirantes negros- Los he traído a todos.
-¿Todos, todos?- Pregunta Marina mirando a los chicos vestidos con camisas de diversos colores apagados, detrás de ella.
-Todos- Finaliza Ana sonriendo y señalando discretamente a Alejandro, vestido con una camisa a cuadros azul y celeste y unos pantalones blancos.


Las 4 amigas sonríen y se felicitan por haber conseguido que esa fiesta fuese perfecta por ahora...

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18:30 p.m

Sandra sale del coche de sus padres y se despide de ellos sonriendo y agarrando fuertemente con las dos manos la caja donde se encontraba su tarta de chocolate, para celebrar su cumpleaños.

Al entrar en el sitio que su madre le había señalado no ve nada. Las luces están apagadas y Sandra tropieza con algo... o con alguien ya que se a quejado por el golpe y se ha movido.

De pronto las luces se encienden y diversas personas salen de su escondite.

-SORPRESA ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Gritan todos los presentes.

Sandra anonadada, a la que casi se le cae la tarta, los contempla boquiabierta.
Entre todas las personas divisa a Daniel, Alejandro y a sus amigas que se acercan a ellas con una gran caja envuelta en papel de regalo, sonrientes.

-Chicas, ¿habéis montado todo esto por mí?- Pregunta Sandra, sin creerselo aun.
-Of course- Responde Ana en inglés.
-Pues claro que si, por nuestra amiga lo que sea- Confiesa Marina.

Las chicas ríen felices y los chicos se van acercando a ellas para felicitar a la chica del cumpleaños.

-Felicidades Sandra- Felicita Roberto que se acerca a ella sonriendo y luego besa a María.
-Felicidades guapísima- Dice Daniel guiñando un ojo y sonriendo dulcemente.
-Felicidades Sandra- Dicen también Raúl y Andrés.
-¿A quién hay que felicitar? Ah es a ti- Dice Gonzalo- Es broma, felicidades- Termina sonriendo.

Todos la felicitan mientras Alejandro que se pierde entre la multitud no lo hace.

Sus amigas le entregan su regalo, una camiseta con el nombre del grupo y una foto de todas ellas juntas, y un álbum con todas las fotos de sus más valiosos recuerdos.

-Felicidades- La felicitan todas sus amigas mientras se dan un abrazo. Y Sandra rompe a llorar de alegría.

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Tras soplar las velas, comer la tarta y picar algunos aperitivos que habían colocado en las mesas allí dispuestas.

Rocío puso algo de música y todos se fueron a bailar. Sandra no se percató que Alejandro y Daniel a la vez se acercaban a ella.

El primero en llegar fue Alejandro, que fulminó con la mirada a Daniel e hizo que este retrocediera.

Se sentó al lado de Sandra y empezó hablar mientras miraba la comida de la mesa y no la cara de la chica.

-Felicidades Fea- La felicita por fin este, formando en su boca una leve sonrisa.
-Idiota- Susurra Sandra- Gracias...
-Yo también te hice un regalo...- Le dice este entrecortadamente y ahora la miraba a la cara.
-¿Sí?- Pregunta Sandra mirándole a la cara fijamente.
-Sí, toma- Dice Alejandro mientras le entrega una pequeña cajita..
Sandra la coge e impacientemente la abre y encuentra una pulsera de plata en la que pone su nombre con unos pequeños diamantes pequeñitos.

-¿Son diamantes? Te habrá costado un montón.- Dice Sandra sin dejar de mirar la pulsera.
-Sí, deberías agradecérmelo- Ríe- Es broma, es de plata pero los diamantes son falsos, perdóname no tenía para tanto..
-No importa, es genial- Concluye Sandra abrazándole- Perdona..¿Puedes ponérmela?

El chico asiente y se la coloca en la muñeca del brazo derecho.

-Gracias...
-Bien, pues me voy a bailar..- Dice Alejandro levantándose de la silla.
-Espera- Le interrumpe Sandra sujetándole el brazo- No te vayas, quiero hablar contigo.
-Habla..
-¿Por qué últimamente has estado tan borde conmigo?
-No he estado borde contigo.- Sandra le mira enarcando las cejas- Bueno sí, pero tengo mis razones.
-¿Por qué? Respóndeme-Le pregunta Sandra, insistiendo.
-Porque estoy harto de hacerte sufrir..
-¿Qué?- Pregunta Sandra sorprendida y perpleja.
-Pues eso... Que te hago mucho daño porque, tú estas enamorada de mí y yo no te correspondo.
-Pero a mi eso no me importa, con tener tu amistad me vale...-Responde Sandra sonrojada.

Alejandro sorprendido, la mira fijamente, sus ojos brillan... Le encanta que se ruborice por su culpa.

-Pero ahora no tengo mis sentimientos hacia ti tan claros, y quiero ordenar mis sentimientos para saber lo que siento...
-¿Quieres decir que te estoy empezando a gustar un poco?- Pregunta Sandra emocionada.
-Yo no he dicho eso, solo quiero decir... aah- Grita débilmente Alejandro, ruborizándose levemente y mirando hacia otro lado- Sera mejor que me vaya, feliz cumpleaños- Termina sonriendo levemente y dirigiéndose hacia la pista de baile.

Sandra sin creerselo aun, contempla la pulsera que el chico al que ama le acaba de regalar por su decimocuarto cumpleaños.
Daniel se acerca a donde se encuentra Sandra, mirando hacia atrás por si venía otra vez Alejandro.

*Que Habrán hablado esos dos, que Sandra esta tan contenta*-Piensa Daniel mientras se sienta junto a Sandra.

-Felicidades otra vez- Empieza diciendo.
-Gracias otra vez- Ríe- Me alegra que hayas venido Daniel.
-No importa, estas muy guapa con ese vestido.
-Gracias- Sonríe, y Daniel mira la pulsera que Sandra lleva en la mano.
-¿Que es eso?-Pregunta tajante señalando la pulsera con la cabeza.
-Ah ¿esto?-Pregunta Sandra elevando su brazo derecho-Me lo regalo Alejandro ¿a que es bonita?
-Sí, mucho..
-Oh Daniel lo siento no quería ofenderte- Dice Sandra apretando los labios y apartando el brazo.
-No, no te preocupes, me gusta solo que seas feliz, con eso me conformo, yo no tengo regalo de cumpleaños, lo siento...
-No pasa nada, se que tus padres no tienen muchos recursos-Dice mirándole con tristeza- ¿Quieres darme un beso?
-¿Qué?-Dice Daniel casi gritando y estupefacto.
-En la mejilla hombre.. Quiero que estés feliz tu también en el día de mi cumpleaños.
-Bueno si es por eso... ¿Puedo dártelo mejor en la mano?
-¿En la mano?- Pregunta Sandra mirándose las manos.
-Sí.
-De acuerdo- Dice extendiendo su mano derecha, que Daniel agarra suavemente y la besa. Sus labios cálidos contra la piel de Sandra. Sin darse cuenta la chica se ruboriza y comienza a sudar.

El chico lentamente se aparta, le sonríe dulcemente a Sandra, se despide de ella y se va al otro extremo de la sala junto con Roberto y los demás en la pista de baile.

Sandra; ruborizada, estupefacta, anonadada y confundida se mira la mano en la que Alejandro colocó su pulsera de regalo de cumpleaños y Daniel había besado dulcemente después.

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Tras recapacitar un poco, Sandra lentamente se levanta del asiento y se dirige hacia la pista de baile, donde pasa gran parte de la noche pegada a sus amigas, bailando y riendo sin parar, pero aun así, cada vez que veía su mano la imagen de Daniel y Alejandro se le venía a la cabeza. Pero siempre alguna de sus amigas la sacaba de su sueño despierto y hacia que esta se riera o se olvidara de todo por un instante.

Toda la noche transcurrió sin problemas y luego todos volvieron a sus casas, incluida Sandra, que se despidió de todos sus amigos e invitados, y le dio las gracias a sus amigas por todo lo que habían organizado y después, con una sonrisa se despedía con la mano de Daniel y Alejandro, mientras ella se montaba en su coche y miraba a través de la ventana y les veía perderse en la oscuridad a medida que el coche avanzaba por la carretera...




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