3 de agosto de 2012

Teenage Dream- Capítulo 11


Capítulo 11: Comienzo de la secundaria; Todo es nuevo; los amigos y los problemas.

6 De Septiembre de 2010.

Sandra,María y Marina se dirigían con sus mochilas nuevas, hacia el instituto, sonrientes por saber que les depararía la vida de adolescentes en secundaria.

Al entrar muy deprisa se dirigieron hacia las famosas listas, donde se ponían las clases y los alumnos que habían en cada una.

-Bien, caímos las tres juntas- Dice María sonriendo y levantando su pulgar derecho hacia arriba.
-Vamos a la clase, 1ºA- Dice Marina señalando las escaleras.
-Que raro suena volver a estar en primero- Dice Sandra riendo, mientras se dirigen hacia las escaleras.
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Al llegar, buscan “1ºA” en los carteles que hay sobre las puertas.

Lo encuentran y sin dudar, entran rápidamente dentro de la clase.

La clase, no es muy diferente a las del colegio pero, las mesas están
colocadas de una en una.

Las tres se colocan juntas, Marina y Sandra juntas y María enfrente de estas dos, formando un triángulo.

Poco a poco van entrando más personas entre ellas a las tres chicas le llama la atención una chica, morena y algo morenita de piel también. Con el pelo tan rizado que parecía una nube, espumoso y tenía gafas.
Se sienta delante de María y coloca una libreta y un estuche sobre la mesa. Se gira y sonríe a las chicas.

-Hola- Saluda sonriente con la mano- Me llamo Ana, encantada de conoceros, espero que seamos amigas durante este año.
-Encantada yo soy Sandra, y estas son María y Marina- Dice Sandra presentándose ella y a las demás.
-Hola- Contestan las dos al unísono- Somos hermanas gemelas- Señala Marina.
-¿En serio? No os parecéis- Dice Ana mirándolas pausadamente.
-Pues lo somos- Dice María no muy contenta.

En ese momento, por la puerta entra un chico que es muy conocido para las chicas. Es Daniel y no va acompañado de Javier y Carlos, si no de un chico muy guapo, con el pelo castaño rizado y tiene algo brillante en los dientes: aparato. Tenía una preciosa sonrisa.

Daniel al ver a Sandra se acerca a las chicas y la besa, un beso rápido y el chico de la sonrisa preciosa también se acerca ellas.

-Hola, soy Roberto, encantado de conoceros a todas- Saluda este nuevo chico con sonrisa perfecta- Unas chicas preciosas en mi clase, que suerte he tenido.
-No digas tonterías- Dice María mirándole y sonriendo tontamente.

El chico le devuelve la sonrisa a María y se coloca detrás de Sandra antes de que lo hiciera Daniel, que malhumorado se coloca detrás de María quedando de esta manera:

Dos filas, en la de la izquierda pegados a las ventanas, Marina, Sandra y Roberto y en la de la derecha Ana, María y Daniel.

Roberto le da un toque a Sandra en el hombro y hace que esta se gire.

-¿Que?- Pregunta Sandra a Roberto cuando se gira y comprueba que el chico tiene los ojos de un azul cielo preciosos, solo faltaría que fuese rubio, pero no lo es, lastima.. Piensa Sandra.
-Me he enterado de todo lo que pasó entre tú y Daniel y sobre Alejandro el rubio ese de segundo.
-Si..- Dice Sandra, no muy convencida y mirando de soslayo a Daniel con lo que este le responde, encogiéndose de hombros- Y ¿Como sabes todo eso?.
-Soy Primo de Carlos- Dice Roberto sonriendo de oreja a oreja.

En ese momento un hombre moreno y con un gran bigote entra en la clase acompañado de algunas alumnas que no han podido llegar antes.

-Buenos días- Saluda- Bienvenidos al Instituto, seré vuestro tutor en este primer curso en secundaria. Espero que nos llevemos bien, todos con todos.

Marina, Sandra, María y Ana se miran con caras de preocupación, ya que la cara de aquel hombre y aquella voz tan grave, daba bastante miedo.

-Ahora pasaré la lista, para saber cuantos sois, si han venido todos y nos iremos presentado para conocernos mejor- Concluyó el Profesor cogiendo un folio blanco con muchos nombres y fotos.

Uno a uno fue llamando por nombre y apellidos.
Y luego fueron yendo de uno en uno a la pizarra para presentarse. Hasta que llegó el momento de Sandra.

Se levanta de la silla algo nerviosa, le tiemblan las piernas y le sudan las manos. Tambaleante se dirige hacia la pizarra y tragándose la vergüenza, comienzo a hablar.

-Hola, me llamo Sandra, y tengo 12 años. Espero que nos llevemos bien, en este nuestro primer día de clase en la secundaria y bueno, un saludo a todos, espero que seamos amigos- Concluye Sonriendo y todos los alumnos juntos con el profesor aplauden mientras Sandra se dirige a su mesa.

Roberto, sonrojado, la contempla, como se dirige hacia su asiento suspirando de alivio y roja como un tomate por la vergüenza. Piensa que es preciosa, y si no fuera porque es la novia de su amigo, habría intentado ligar con ella en ese mismo instante. Pero conteniéndose y esperando su turno se levanta de la mesa y se dirige ahora él hacia la pizarra.

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11:00 a.m

-Aquí se sale al recreo una hora antes- Dice Marina.
-Si, pero se sale a las dos y media- Dice María corrigiendo a su hermana.
-Menos mal que hoy es el primer día y nos dejan el resto del tiempo libres en el recreo- Dice Sandra sonriendo, mientras bajan las escaleras.
-Me encanta hacer nuevas amistades- Dice Ana riendo.

Las tres sonriendo compran en la cafetería unas golosinas y se dirigen hacia el patio donde se sientan en unas escaleras que había por allí.

-El amigo de tu novio esta muy bueno- Dice María mientras busca a Roberto con la mirada.
-Es cierto, hay que decir, que el chico no esta nada mal- Dice Marina poniéndose de parte de su hermana.
-¡Chicas! Por favor..- Dice Sandra suspirando y moviendo la cabeza.
-Tienen razón-Dice Ana dando un bocado a una golosina.
-Ana, ¿tú también?- Dice Sandra riendo.
-Mira quien esta allí- Dice Marina señalando al lugar donde se encontraban todos los de segundo y estaba entre ellos, un chico rubio, muy conocido por Sandra.

En ese momento Sandra le mira y este se da cuenta y dejando a Pablo, se acerca hacia donde esta Sandra.

-Ay! Madre mía, ¿Que hago?- Dice Sandra nerviosa, mirando con desesperación a sus amigas.
-Actúa natural- Dice María, mientras observa que Sandra se pone cada vez más roja.

-¡Hola fea! Al fin llegaste al instituto, ya no eres un bebe- Dice Alejandro saludando con la mano y sonriendo. En ese momento se acercaba Daniel y Roberto hacia ellos- Y parece que has traído a tu romeo contigo- Dice riendo.
-¿Tú eres el rubio de segundo?- Pregunta Roberto, sin ningún signo de vergüenza, al llegar hasta ellos.
-Según quien lo pregunte- Dice Alejandro sonriendo, como siempre, a Roberto.
-Creí que serias más guapo.
-¿Y no lo soy?- Pregunta Alejandro, tocándose la barbilla.
-No, no lo eres como para enamorar a Sandra- Dice Roberto mirando a Sandra, quien le mira, con sorpresa.
-Roberto ¿Que estas diciendo?- Pregunta María intentando desviar la conversación.
-Que Sandra se merece algo mejor que ese tío, aparte que estas con Daniel no se que haces tonteando con ese tipo- Dice Roberto mirando a Sandra y luego a Alejandro.
-Bueno, mejor yo me voy de aquí, ya que me están poniendo por los suelos- Dice Alejandro, mientras fije llorar- Adiós Fea, parece que tienes más pretendientes aparte de mi- Dice mientras lanza una mirada pícara a Roberto, que le mira estupefacto.

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-Vale, esto es bastante raro, ¿Alguien me explica algo?- Dice Ana, que no a entendido nada, de la conversación de hacía solo un instante.
-Nosotras te lo explicamos por el camino, vamos al baño- Dice Marina, tirando de Ana por los brazos y dejando a Roberto, Daniel y Sandra solos.

Sandra, roja como un tomate, no sabe como reaccionar a las palabra que Alejandro acababa de decir “Más pretendientes aparte de mi”, que significaría eso. Aparte todas las cosas que ha dicho Roberto. ¿Como sabe tantas cosas?, Miles de cosas pasan por la mente de Sandra en ese momento.

-Sandra, ¿Estas bien?- Pregunta Daniel que se sienta junto a ella.
-No..- Sandra se muerde el labio, tanto que se hace sangre- Daniel...
-Dime.
-Te dejo.
-¿Que?- Dice este estupefacto, y mirándola con los ojos como platos.
-Que te dejo, no puedo mantener una relación contigo, por más tiempo.
-Pero.. ¿Por que?- Daniel mira hacia donde esta Alejandro- Es por él ¿verdad?

Sandra asiente.
-Lo siento.... Si estuviera contigo, te estaría diciendo que te quiero sin ser verdad, y te besaría sin quererlo de verdad.
-De acuerdo- Dice Daniel apretando los labios. Cuando Sandra le mira a la cara, se da cuenta de que tiene los ojos llorosos, y que de pronto, una lágrima, cae por su mejilla.
-Daniel..- Pero antes de que dijese nada, este se había levantado y se había marchado por donde había venido, junto con Roberto agarrado de su brazo.

Sandra iracunda, se le inundan los ojos y también desea llorar, ha echo llorar al que hasta hacia segundos era su novio y con el que había pasado varios meses, y habían compartido palabras, besos y momentos. Todo por el mismo chico, que solo le hacía la vida imposible y que siempre con su sonrisa, hacia que le perdonase todo.

Sandra se levantó corriendo deprisa y aprovechando que casi todo el mundo estaba en la sombra por el calor, se dirigió hacia una esquina en la que no había nadie, para llorar en soledad.

Al correr hacia aquel lugar, Alejandro la vio y se apartó del lugar en el que estaba y desde donde había contemplado la ruptura de Daniel y Sandra.
Y ahora estaba dispuesto a ganar el corazón de la chica, solo por el simple echo de joder a Daniel y a Roberto, que con solo las palabras que le había dicho antes, sabía que estaba enamorado de Sandra también.

A sí que, con ese pensamiento en la cabeza se dirigió hacia donde Sandra se encontraba llorando.




5 comentarios:

  1. oins, que escritora tan buena. Por cierto... Esa tal María me suena. jajajaja

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    1. No me vaciles anda! Y no se parece para nada a ti.
      Esa es más simpática :D
      JOJO

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  2. ¬¬ ¡Sí, es más simpática porque la has creado tú! Estás calva. No tienes remedio.

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    1. Jajaja. Nunca cambiaras o que?

      Tú estas bien, tal y como eres.

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  3. ESTÁS CALVA. ¡ESO LO EXPLICA TODO! jajajajajaja

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