Capítulo
11: Comienzo de la secundaria; Todo es nuevo; los amigos y los
problemas.
6
De Septiembre de 2010.
Sandra,María
y Marina se dirigían con sus mochilas nuevas, hacia el instituto,
sonrientes por saber que les depararía la vida de adolescentes en
secundaria.
Al
entrar muy deprisa se dirigieron hacia las famosas listas, donde se
ponían las clases y los alumnos que habían en cada una.
-Bien,
caímos las tres juntas- Dice María sonriendo y levantando su pulgar
derecho hacia arriba.
-Vamos
a la clase, 1ºA- Dice Marina señalando las escaleras.
-Que
raro suena volver a estar en primero- Dice Sandra riendo, mientras se
dirigen hacia las escaleras.
************************************
Al
llegar, buscan “1ºA” en los carteles que hay sobre las puertas.
Lo
encuentran y sin dudar, entran rápidamente dentro de la clase.
La
clase, no es muy diferente a las del colegio pero, las mesas están
colocadas
de una en una.
Las
tres se colocan juntas, Marina y Sandra juntas y María enfrente de
estas dos, formando un triángulo.
Poco
a poco van entrando más personas entre ellas a las tres chicas le
llama la atención una chica, morena y algo morenita de piel también.
Con el pelo tan rizado que parecía una nube, espumoso y tenía
gafas.
Se
sienta delante de María y coloca una libreta y un estuche sobre la
mesa. Se gira y sonríe a las chicas.
-Hola-
Saluda sonriente con la mano- Me llamo Ana, encantada de conoceros,
espero que seamos amigas durante este año.
-Encantada
yo soy Sandra, y estas son María y Marina- Dice Sandra presentándose
ella y a las demás.
-Hola-
Contestan las dos al unísono- Somos hermanas gemelas- Señala
Marina.
-¿En
serio? No os parecéis- Dice Ana mirándolas pausadamente.
-Pues
lo somos- Dice María no muy contenta.
En
ese momento, por la puerta entra un chico que es muy conocido para
las chicas. Es Daniel y no va acompañado de Javier y Carlos, si no
de un chico muy guapo, con el pelo castaño rizado y tiene algo
brillante en los dientes: aparato. Tenía una preciosa sonrisa.
Daniel
al ver a Sandra se acerca a las chicas y la besa, un beso rápido y
el chico de la sonrisa preciosa también se acerca ellas.
-Hola,
soy Roberto, encantado de conoceros a todas- Saluda este nuevo chico
con sonrisa perfecta- Unas chicas preciosas en mi clase, que suerte
he tenido.
-No
digas tonterías- Dice María mirándole y sonriendo tontamente.
El
chico le devuelve la sonrisa a María y se coloca detrás de Sandra
antes de que lo hiciera Daniel, que malhumorado se coloca detrás de
María quedando de esta manera:
Dos
filas, en la de la izquierda pegados a las ventanas, Marina, Sandra y
Roberto y en la de la derecha Ana, María y Daniel.
Roberto
le da un toque a Sandra en el hombro y hace que esta se gire.
-¿Que?-
Pregunta Sandra a Roberto cuando se gira y comprueba que el chico
tiene los ojos de un azul cielo preciosos, solo faltaría que fuese
rubio, pero no lo es, lastima.. Piensa Sandra.
-Me
he enterado de todo lo que pasó entre tú y Daniel y sobre Alejandro
el rubio ese de segundo.
-Si..-
Dice Sandra, no muy convencida y mirando de soslayo a Daniel con lo
que este le responde, encogiéndose de hombros- Y ¿Como sabes todo
eso?.
-Soy
Primo de Carlos- Dice Roberto sonriendo de oreja a oreja.
En
ese momento un hombre moreno y con un gran bigote entra en la clase
acompañado de algunas alumnas que no han podido llegar antes.
-Buenos
días- Saluda- Bienvenidos al Instituto, seré vuestro tutor en este
primer curso en secundaria. Espero que nos llevemos bien, todos con
todos.
Marina,
Sandra, María y Ana se miran con caras de preocupación, ya que la
cara de aquel hombre y aquella voz tan grave, daba bastante miedo.
-Ahora
pasaré la lista, para saber cuantos sois, si han venido todos y nos
iremos presentado para conocernos mejor- Concluyó el Profesor
cogiendo un folio blanco con muchos nombres y fotos.
Uno
a uno fue llamando por nombre y apellidos.
Y
luego fueron yendo de uno en uno a la pizarra para presentarse. Hasta
que llegó el momento de Sandra.
Se
levanta de la silla algo nerviosa, le tiemblan las piernas y le sudan
las manos. Tambaleante se dirige hacia la pizarra y tragándose la
vergüenza, comienzo a hablar.
-Hola,
me llamo Sandra, y tengo 12 años. Espero que nos llevemos bien, en
este nuestro primer día de clase en la secundaria y bueno, un saludo
a todos, espero que seamos amigos- Concluye Sonriendo y todos los
alumnos juntos con el profesor aplauden mientras Sandra se dirige a
su mesa.
Roberto,
sonrojado, la contempla, como se dirige hacia su asiento suspirando
de alivio y roja como un tomate por la vergüenza. Piensa que es
preciosa, y si no fuera porque es la novia de su amigo, habría
intentado ligar con ella en ese mismo instante. Pero conteniéndose y
esperando su turno se levanta de la mesa y se dirige ahora él hacia
la pizarra.
****************************************
11:00
a.m
-Aquí
se sale al recreo una hora antes- Dice Marina.
-Si,
pero se sale a las dos y media- Dice María corrigiendo a su hermana.
-Menos
mal que hoy es el primer día y nos dejan el resto del tiempo libres
en el recreo- Dice Sandra sonriendo, mientras bajan las escaleras.
-Me
encanta hacer nuevas amistades- Dice Ana riendo.
Las
tres sonriendo compran en la cafetería unas golosinas y se dirigen
hacia el patio donde se sientan en unas escaleras que había por
allí.
-El
amigo de tu novio esta muy bueno- Dice María mientras busca a
Roberto con la mirada.
-Es
cierto, hay que decir, que el chico no esta nada mal- Dice Marina
poniéndose de parte de su hermana.
-¡Chicas!
Por favor..- Dice Sandra suspirando y moviendo la cabeza.
-Tienen
razón-Dice Ana dando un bocado a una golosina.
-Ana,
¿tú también?- Dice Sandra riendo.
-Mira
quien esta allí- Dice Marina señalando al lugar donde se
encontraban todos los de segundo y estaba entre ellos, un chico
rubio, muy conocido por Sandra.
En
ese momento Sandra le mira y este se da cuenta y dejando a Pablo, se
acerca hacia donde esta Sandra.
-Ay!
Madre mía, ¿Que hago?- Dice Sandra nerviosa, mirando con
desesperación a sus amigas.
-Actúa
natural- Dice María, mientras observa que Sandra se pone cada vez
más roja.
-¡Hola
fea! Al fin llegaste al instituto, ya no eres un bebe- Dice Alejandro
saludando con la mano y sonriendo. En ese momento se acercaba Daniel
y Roberto hacia ellos- Y parece que has traído a tu romeo contigo-
Dice riendo.
-¿Tú
eres el rubio de segundo?- Pregunta Roberto, sin ningún signo de
vergüenza, al llegar hasta ellos.
-Según
quien lo pregunte- Dice Alejandro sonriendo, como siempre, a Roberto.
-Creí
que serias más guapo.
-¿Y
no lo soy?- Pregunta Alejandro, tocándose la barbilla.
-No,
no lo eres como para enamorar a Sandra- Dice Roberto mirando a
Sandra, quien le mira, con sorpresa.
-Roberto
¿Que estas diciendo?- Pregunta María intentando desviar la
conversación.
-Que
Sandra se merece algo mejor que ese tío, aparte que estas con Daniel
no se que haces tonteando con ese tipo- Dice Roberto mirando a Sandra
y luego a Alejandro.
-Bueno,
mejor yo me voy de aquí, ya que me están poniendo por los suelos-
Dice Alejandro, mientras fije llorar- Adiós Fea, parece que tienes
más pretendientes aparte de mi- Dice mientras lanza una mirada
pícara a Roberto, que le mira estupefacto.
*****************************
-Vale,
esto es bastante raro, ¿Alguien me explica algo?- Dice Ana, que no a
entendido nada, de la conversación de hacía solo un instante.
-Nosotras
te lo explicamos por el camino, vamos al baño- Dice Marina, tirando
de Ana por los brazos y dejando a Roberto, Daniel y Sandra solos.
Sandra,
roja como un tomate, no sabe como reaccionar a las palabra que
Alejandro acababa de decir “Más pretendientes aparte de mi”, que
significaría eso. Aparte todas las cosas que ha dicho Roberto. ¿Como
sabe tantas cosas?, Miles de cosas pasan por la mente de Sandra en
ese momento.
-Sandra,
¿Estas bien?- Pregunta Daniel que se sienta junto a ella.
-No..-
Sandra se muerde el labio, tanto que se hace sangre- Daniel...
-Dime.
-Te
dejo.
-¿Que?-
Dice este estupefacto, y mirándola con los ojos como platos.
-Que
te dejo, no puedo mantener una relación contigo, por más tiempo.
-Pero..
¿Por que?- Daniel mira hacia donde esta Alejandro- Es por él
¿verdad?
Sandra
asiente.
-Lo
siento.... Si estuviera contigo, te estaría diciendo que te quiero
sin ser verdad, y te besaría sin quererlo de verdad.
-De
acuerdo- Dice Daniel apretando los labios. Cuando Sandra le mira a la
cara, se da cuenta de que tiene los ojos llorosos, y que de pronto,
una lágrima, cae por su mejilla.
-Daniel..-
Pero antes de que dijese nada, este se había levantado y se había
marchado por donde había venido, junto con Roberto agarrado de su
brazo.
Sandra
iracunda, se le inundan los ojos y también desea llorar, ha echo
llorar al que hasta hacia segundos era su novio y con el que había
pasado varios meses, y habían compartido palabras, besos y momentos.
Todo por el mismo chico, que solo le hacía la vida imposible y que
siempre con su sonrisa, hacia que le perdonase todo.
Sandra
se levantó corriendo deprisa y aprovechando que casi todo el mundo
estaba en la sombra por el calor, se dirigió hacia una esquina en la
que no había nadie, para llorar en soledad.
Al
correr hacia aquel lugar, Alejandro la vio y se apartó del lugar en
el que estaba y desde donde había contemplado la ruptura de Daniel y
Sandra.
Y
ahora estaba dispuesto a ganar el corazón de la chica, solo por el
simple echo de joder a Daniel y a Roberto, que con solo las palabras
que le había dicho antes, sabía que estaba enamorado de Sandra
también.

oins, que escritora tan buena. Por cierto... Esa tal María me suena. jajajaja
ResponderEliminarNo me vaciles anda! Y no se parece para nada a ti.
EliminarEsa es más simpática :D
JOJO
¬¬ ¡Sí, es más simpática porque la has creado tú! Estás calva. No tienes remedio.
ResponderEliminarJajaja. Nunca cambiaras o que?
EliminarTú estas bien, tal y como eres.
ESTÁS CALVA. ¡ESO LO EXPLICA TODO! jajajajajaja
ResponderEliminar