Se sabe de sobra que no siempre se puede estar a tope en una relación.
Todo tiene una caída y una subida. Unos días el 85% y otros el 15%
La cosa siempre varía, no siempre es constante. Y parece que eso aterra.
Que significa no querer a la otra persona.
Y eso no es cierto.
Cada día tiene sus momentos felices y sus momentos tristes. Lo dulce y amargo, todo tiene un valor especial. Y porque un día haya más un sabor que otro no quiere decir na'.
A veces un simple beso o un abrazo puede saber tan dulce como el chocolate y cambiar los sabores más agrios que hayas probado antes.
No es malo, ni terrible no estar un día o incluso varios de bajón emocional. Lo he leído en muchos sitios y también lo he escrito yo misma otras tantas. La vida, el amor... todo es una montaña rusa que sube y baja. No debemos temerle a la caída, porque lo importante es no que quedarse ahí abajo, sino continuar subiendo y bajando, porque si siempre estamos arriba no sabremos valorar la adrenalina de estar subiendo hasta las nubes, y si por el contrario siempre estamos abajo, nos estancaremos en un mar de oscuridad y miedo, de nauseas y desconocimiento por no poder subir y saborear el aire fresco y alegre que se disfruta arriba.
No es el fin del mundo si no sé da el 100%, es casi imposible estar siempre así. Podría decirse incluso que no sería humano. Por tanto, no es malo.
Que no os hagan sentir culpables por ello, "unas veces tanto y otras tan poco". Pues sí, ¿y qué?
Abrazad, besad y sonreíd y os aseguro que la caída del porcentaje será menos dolorosa que el porcentaje de la batería de vuestro móvil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario