23 de diciembre de 2019

Las puntillas

No puedo respirar en este camino de puntillas.
Te escribo a ti, ansiedad. Esa cabrona que no nos deja suspirar. Me asfixias pero te diré algo. No podrás conmigo.

No es justo que te plantes en mi vida con tanta fuerza, clavando en mi coraza toda tu energía.
No has parado hasta dejarme destrozada, hasta hundirme en la miseria, en romperme por dentro hacia fuera.

Me haces temblar más que cualquier tempestad del más frío invierno. Lloro cada noche por la huella que me dejas en el pecho, esa presión que no me permite respirar.
No conozco soluciones para sacarte de mi vida, de mi mente. No solo de la mía, sino del miedo de mi mayor tesoro. Ese al que le estás chupando el alma, el color brillante de su oro, consumido hasta escarcharse.

Me asomo al abismo al que quieres empujarnos. Veo un pasado incierto, un futuro turbio, un presente arruinado.
Basta, déjanos vivir. Basta, déjanos sentir... Sentir algo más que no sean agujas hundidas en la piel, en la fina piel de mis pies. Esos con los que me empujo a caminar cada día, para seguir viviendo y tener una sonrisa.
Lucho contra ti desde que apareciste por primera vez en mi cerebro. Tus calambres, tus asfixias, tu desesperación. No eres nada, solo mi cabeza reproduciendo mis mierdas, esas que escribo cuando estoy en lo más bajo, o incluso cuando estoy bien y te recuerdo como un mal chiste.

No sé cómo voy a enfrentarme a ti, pero lo haré. Por mí, por él, por todos los míos. Maldita seas, me acompañas hasta en mis viajes en tren, en mis sueños con Morfeo, en los fondos de vasos de tequila, en cada letra de canción. Mamá, papá, gracias por parar los golpes que la puta ansiedad me da.

Vueltas y vueltas, esa es mi vida nocturna en la cama, esa que escuece en la piel con cada roce de movimiento inquieto, de insomnio impertinente, de sueños fallidos convertidos en crueles pesadillas.
Que miedo das, pero te voy a superar. No me asustas con tus lamentos nerviosos con risas siniestras.

Crees saber manejarme, adueñarte de mi vida, de mi ánimo de mis ganas de seguir. No vas a vencerme, no vas a parar, continuaré empujando. No eres nada, solo mierda mental, no existes de verdad. Te borro así.

Con o sin puntillas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario