Dulce danza. Pies descalzos. Baile descontrolado.
Un vaivén de suaves y bellos movimientos de piernas y brazos.
La música cala en tu alma y te dejas ir con ella. Te envuelve, melodiosa, como deliciosa miel en el paladar.
Baila para mí, bella rosa. Estás hermosa en tu florecer corporal, tus pétalos se despliegan con cada paso.
Linda y dulce danza para la más bella bailarina.
PD: ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

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