Seguramente sea cosa de mi actitud y que los comienzos son duros, pero no encuentro motivos para levantarme cada mañana a las 6:30 am
Estoy... o mejor dicho, me siento asocial. No me veo capaz de hacer amigos, ni comenzar una conversación. Me estanqué en el año pasado. El verano aún me retiene y no logro cambiar mi presente.
Pero repito, espero que solo sea la angustia desconcertante del comienzo de un nuevo curso.
Los comienzos implican cambio, evolución y diferente perspectiva. ¡Vamos a por ello!
No he llegado a la universidad para tener cara seria cada mañana. A darlo todo.
ATTE:

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