Ya echaba de menos este revoltijo de emociones, sensaciones ofuscadas en mi mente, rondando en mi cabeza, llenándola de locuras, demonios, acciones incontroladas.
Bueno, en realidad prefiero tener la mente despejada de malas vibraciones, sin rayadas mentales.
Sin pensamientos horribles que me hagan poner en duda si mi psique está sana y en plena facultad de actuar.
Debido a un desorden hormonal, o no sé muy bien a que se debe, no me encuentro bien y mi cuerpo lo nota.
Quizás son imaginaciones mías y las hormonas me hacen exagerar todos mis pensamientos, pero no sabría describir con palabras el embotamiento de mi cabeza en estos instantes, tratando de escribir esta entrada sin repetir palabras, expresiones.
Que mi texto salga con fluidez a través de mis dedos sin apenas pensarlo, que surja todo de forma natural. Sin embargo, me veo incapaz...
Con respecto al verano, lo cierto es que no está resultando tan "verano de mi vida" como me dijeron que sería. Y también tengo la sensación de que no lo estoy aprovechando al máximo.
Estoy viviendo muchos cambios, la mayoría buenos, pero no me siento satisfecha, y a veces pasan por mi mente, pensamientos de auténtica locura.
Tengo 18 años pero no siento que tenga autonomía sobre mi vida, sino que siguen siendo mis progenitores los que me dirigen y no me agrada la idea.
Sigo siendo la misma persona, pero algunos dicen verme muy cambiada hasta el punto de "detestar" mi nueva actitud y personalidad.
No sé que esperar de mi verano épico. No sé que esperar de mis cambios psíquicos.
Y no sé que esperar de la nueva etapa de mi vida.
Atte: una chica confundida.
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