Ambiguo futuro

Acabada ya la etapa de segundo de Bachillerato, con selectividad encima y a las puertas de la universidad, uno comienza a preguntarse que es lo que le deparará el futuro. Esa fase del tiempo tan desconcertante, insegura e incierta que en algún momento llega, pero siempre está.
¿Por qué digo esto? Porque cada segundo que pasa pertenece al pasado y porque el hecho de decir qué pasará en dos minutos, ya es hablar de un futuro que se aproxima y se convertirá en pasado en un instante.

Entonces pues, cuando nos preguntamos qué pasará en unos cinco o diez años, nadie sabe que es lo que pasará a la historia de nuestras vidas como "el pasado". 
Es todo tan cambiante, incierto y oscuro, que nos llena de incertidumbre y comenzamos a crear hipótesis surrealistas, carentes de sentido común y más cercanas a un sueño nocturno que a un hecho real. Pero es esa inseguridad la que nos lleva a divagar por nuestra mente hasta las más disparatadas ideas.

Estoy en una fase de mi vida en la que no sé que pasará ni siquiera en tres horas, ¿cómo puedo ponerme a imaginar lo que sucederá en dos años? 
Menos aún en un mundo tan dispar y cambiante como es al que pertenecemos. 

Ni siquiera conocemos nuestro pasado, ¿cómo vamos a reconocer nuestro futuro?