Como
una onda que se expande por todo tu organismo, creando a su vez una
sensación de absoluta plenitud. Sientes que vuelas mientras observas
con determinación todo tu mundo y tu vida caer...
La
música apaga los gritos, y cada melodía sofoca la voz de tu mente,
aquella que te juega tan malas pasadas.
Luego
de este pequeño paréntesis, quiero poner en práctica mi capacidad
para escribir. Realmente me preocupa si algún día volveré a
escribir como lo hacía antes, cuando mis palabras tenían
significado y vida detrás de tantas vueltas al mismo concepto. ¿Es
posible que esta falta de capacidad para escribir sea por los
estudios? ¿la falta de lectura?¿la ignorancia temporal y realmente
nueva hacia el tema? ¿el poco ánimo que recibo por todo cuanto me
rodea? Quiero escribir palabras incapaces de salir a través de mis
dedos. Quiero escribir más de lo que mi mente, imaginación y
capacidad me permiten.
Quiero
ir más allá de lo que en conjunto de mi persona puede conseguir.
No
me basta con escribir algunos textos y cada ciertas semanas, tres
miserables folios de una de las novelas.
¿Realmente
estoy hecha para esto? ¿Realmente debería seguir escribiendo?
Como
decía antes, la música acalla la voz de tu mente, esa que nos
alienta hacer cosas innecesarias, o nos inculca unos pensamientos no
del todo correctos.
Algunas
veces, como ahora, hago pequeños paréntesis en mi vida para
escribir estas chorradas, porque realmente lo son, chorradas, las
primeras que se pasan por mi cabeza. Es necesario hacer esto, aunque
no lleve a ninguna parte. Es una pequeña fuga de escape a cuanto
aquello que amortigua nuestra capacidad imaginativa.
Aun
me queda mucho por decir, y poco tiempo disponible para ello...
Hasta
más ver, atentamente: Sandra Jiménez

No hay comentarios:
Publicar un comentario