El otro día, por poner un ejemplo, iba en compañía de mi hermana camino al instituto y para llegar debemos elegir un camino de calle peatonal, rodeado de césped, árboles, abetos, bancos etc... Y así, sin más, a las 7 menos diez de la mañana de un martes me surgió la inspiración sin más.
Otro ejemplo más extraño fue ayer en una clase de francés, que sin ninguna razón concreta, una simple frase de mi profesora al explicar la lección me hizo ir lanzada a la agenda a apuntar en cualquier rincón de la hoja las cinco o seis palabras que habían llegado a mi cabeza como por arte de magia.
Con todo esto quiero decir que mi inspiración es tan fugaz y repentina como el hecho de estar en clase de francés o caminando con el frío desde bien temprano en la mañana para que llegue y se marche sin más. Siendo esto así, es completamente normal que no escriba nada últimamente...

No hay comentarios:
Publicar un comentario