31 de octubre de 2014

FELIZ HALLOWEEN

Pequeño relato para celebrar halloween, soy nueva en esto de la literatura de horror pero por algo se empieza. Disfrutad de la primera parte. Mañana más!







Nubes oscuras encapotaban aquel cielo de otoño. El sol debería haber regado con su luz las flores del jardín hacía ya varias horas pero había sido cubierto por unas nubes que anunciaban tormentas otoñales.

A las diez de la mañana, el internado Wellen del sur de Escocia hace sonar su estridente timbre y los alumnos de trece a dieciocho años entran a clase.

Miles de inquietantes misterios e historias paranormales de espíritus malignos que aterrorizaban a los allí internados, habían tenido siempre lugar en los festivales que la escuela celebraba cada fin de estación.

El festival del comienzo del curso y el del fin de verano habían sido una horrorosa experiencia para Steven, un joven de quince años, alto, delgado y de cabellos castaños tan rizados que con la humedad escocesa se le formaban caracolillos en la nuca.
El joven era muy asustadizo para su gran tamaño físico, y un grupo de jóvenes, para celebrar su último año allí, le gastaron una broma y le dieron un susto de muerte.

Su hermana, Violetta, una chica menuda, regordeta y con el pelo tan negro como la noche era muy distinta a su hermano mayor. La joven Violetta tenía doce años, cumpliría los trece en invierno, por lo tanto, se le permitió entrar en el centro. La pequeña ayudó a su hermano cuando más asustado estaba y le demostró que las apariciones de espíritus que había presenciado no eran más que un montaje.

Estos dos jóvenes tenían un grupo de amigos, algo particular, en aquellas paredes.
Charlotte, una chica de diecisiete años, la mayor del grupo, ojos verdes, mejillas pecosas y un cabello ondulado color zanahoria, torpe y delgada, muy delgada, aunque sabía hablar tres idiomas.
Will, catorce años, Violetta está colada por él desde que entró al internado, pero Will está pillado por Charlotte. Los ojos grises del joven son inescrutables y su rostro es grueso y pecoso, es el mejor amigo de Steven entre aquellas paredes.
Y por último, David, extremadamente alto, comía todo lo que encontraba a su paso, pero estaba como un pincel, y siempre llevaba su cabello rubio platino detrás de las orejas, y muy repeinado.

Un grupo extraño como aquel, se habían convertido en amigos en muy poco tiempo. Todo fue a raíz del incidente de Steven en el festival de fin de verano.

Pronto descubrirían que aquel centro ocultaba algo, y no precisamente por unos fantasmas.
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