Quizás me llamen exagerada o dramática. Me lo han dicho toda mi vida. Pero para mí no es tontería llevar un llavero de monumentos de Madrid para que cada vez que los vea, acordarme de ti. Y tampoco es estupidez escribir esta entrada mientras escucho "Quédate en Madrid" del grupo Mecano de fondo.
Gran Vía se hace corta si vamos juntos caminando de la mano por ella. El retiro se marchita si no nos sentamos juntos en su verdoso césped. La Puerta del Sol deja de sonar en año nuevo si no lo recibo contigo. El Lope de Vega permanece en silencio frente a nuestra historia de amor irrepresentable.
El Km.0 nos espera para posar nuestros pies en él. El oso y el madroño pierden energía sin nosotros. Y no hay ninguna Playa Mayor que pueda impresionarnos.
El mejor premio no se consigue en Lotería Doña Manolita. Ya lo tengo aquí.
Quédate aquí, conmigo, en Madrid.
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