Con un abrazo es más feliz que con todo los besos, polvazos y chocolate incluido del mundo. Un abrazo de esos que llenan, no uno cualquiera. Y ese tipo de abrazos solo se los da una persona especial para ella.
Eso es lo que le hace saber a Gema que ella está enamorada. Esos pensamientos, esa forma de ver la vida, de ver los abrazos.
Una mente repleta de dulzura, de muestras de cariño casi involuntarias, inconscientes.
Querer pasar su vida al lado de la misma persona sin dudarlo, sin pestañear.
Es demasiado mágico, demasiado especial. Demasiado difícil de explicar.
Esta es Gema, y está enamorada, aunque hay veces que eso le asusta en exceso.
Y es porque Gema sabe, al igual que todo el mundo, que cuanto más enamorado estés de alguien, más complicado será reparar un corazón roto en mil pedazos.
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