21:00
P.M
En
el autobús, todos arreglados, y con unos olores muy fuertes; las
chicas con brillo de labios y algún que otro colorete en las
mejillas, y los chicos con el pelo engominado y camisas de diferentes
colores, con un fuerte olor a perfume masculino.
Van
de camino al Cine haber alguna película aburrida que hayan elegido
los monitores.
Tras
35 minutos de viaje, bajan del autobús, llegan a un centro comercial
donde esta todo cerrado. Unos focos introducidos en el suelo alumbran
cada paso que dan los alumnos.
Llegan
a una taquilla donde hay una mujer con un uniforme azul que les
atienden a cada uno y les dan su entrada. Todos entran rápidamente y
compran bebidas y palomitas.
Entran
en la sala 4. Sandra nunca había visto un cine tan grande, con 17
salas, en el de su pueblo solo había 9 y mucho menos una sala de
cine con 15 filas de asientos, en el de su pueblo solo había 12.
Se
sentaron en el siguiente orden:
Carlos,
Javier, Daniel, Sandra, Lucía y Sara.
Todos
arreglados y riendo, con unos vasos de Coca-Cola y unos paquetes de
palomitas increíblemente grandes.
La
película comienza y Sandra y Daniel agarrados de las manos y
cogiendo palomitas y bebiendo de sus bebidas de vez en cuando, la
contemplan e intenta comprender la historia.
Al
salir del cine y llegar al hotel de nuevo son las 1 de la madrugada.
Los
chicos se van a sus habitaciones y las chicas al suyo, están
demasiados cansados de la playa del día anterior que esa vez no se
quedaran a jugar a las cartas hasta las tantas de la mañana.
Ya
con los pijamas puestos y cada una en su cama las chicas comienzan su
charla.
-Chicas
me dejasteis sola en el playa- Dice Sandra refunfuñando.
-Perdonanos
es que vimos que Daniel se acercaba y decidimos dejaros solos-
Contesta Lucía a la defensiva.
-Además
no te dejamos sola, solo fuimos a bañarnos, ya que hacia mucha
calor- Dice Sara sonriendole a Lucía.
-Esta
bien pero no lo volváis hacer..- Dice Sandra cogiendo de una bolsa
grande unas golosinas.
-¿Y
bueno... De que habéis hablado Daniel y tú?- Pregunta Sara,
guiñándole un ojo a Lucía mientras se tumba boca arriba en la cama
queriendo imitar a los novios en la playa.
-Pues
nada importante, que nos queríamos y que él no se creía que
fuésemos algún día a ser novios- Dice Sandra, dándole un bocado a
su KitKat-Un momento, nos estabais espiando.
-Nooo,
solo que desde el mar se ven muchas cosas ¿Sabes?- Dice Sara
pasándose de su cama a la de Sandra robándole una golosina.
-Sereis
malas- Dice Sandra riendo y lanzándole la almohada a Sara a la cara.
Sara
le responde con otro lanzamiento de almohada, al que se une Lucía.
Tras
la pelea de almohadas y haber reído y comido bastante chocolate. Las
tres se colocan en la misma cama y comienzan hablar de nuevo.
-Pero
cuando me dijo eso de que no creía que llegásemos a ser novios, y
yo le conteste que yo tampoco lo creía, cerré mis ojos y se me vino
a la mente la imagen de...- Sandra se interrumpe al recordar lo que
paso en la playa.
-¿De
quien?- Insiste Lucía.
-De
Alejandro- Dice Sandra apoyando su cara en la palma de su mano.
-Y
¿después?- Le pregunta Sara.
-Pues
después, me dijo que me quería y yo le dije que también pero...
Dude..
-Oh
oh..-Dice Lucía con la boca en forma de “O”.
-¿Que
pasa?- Dice Sandra mirándola sorprendida.
-Que
te esta gustando otra vez ese tío- Dice Sara.
-No
me gusta... Me gusta Daniel..- Dice Sandra, pero se le forma un nudo
en la garganta con cada palabra.
-Si
seguro... Bueno aun no se sabe, habrá que esperar a secundaria- Dice
Lucía mirando a Sandra, mientras se arrascaba la nariz.
-Pero
para entonces ya no estaréis..-Dice Sandra con la cabeza gacha.
-Ya..
Pero existe la tecnología y podemos ponernos en contacto vía
E-mail, ¿No te parece?- Dice Sara colocando una mano sobre el hombro
de Sandra.
La
chica asiente, no muy convencida de querer separarse de sus amigas.
Las
tres chicas, se colocan en sus respectivas camas y se dan las buenas
noches. Apagan las luces y entran en el mundo de los sueños.
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Los
siguientes dos días fueron normales, el 3º día fueron hacer
piragüismo a un río que había por allí, y Sandra se puso muy roja
cuando vio a Daniel completamente empapado. Ya le había visto mojado
en la playa, pero esta vez, la ropa se le pegaba al cuerpo y estaba
más guapo.
Por
la noche fueron de nuevo a la discoteca y más tarde jugaron de nuevo
a las cartas.
El
4º día fueron a la playa de nuevo pero esta vez, jugaron al
Pin-Pon, al voley-playa.
Se
montaron en lancha e hicieron un picnic en un parque cercano.
Por
la tarde sobre las 8, volvieron al pueblo del que habían venido y
con muchos recuerdos para la familia, y también recuerdos en la
mente de Sandra, que la marcaran para siempre...
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La
verbena de fin de curso, fue normal. Todas las chicas vistieron con
una camiseta roja y unos short vaqueros, un pañuelo rojo y un
sombrero muy redondo.
Tuvieron
que bailar una canción de cabaret, gracias a la elección de su
maestra, a la que le gustaba mucho esa canción y la película a la
que pertenecía.
Sandra
estuvo más nerviosa ese año, que el anterior, ya que ese baile era
muy provocativo y aparte tenía que hacer unos pasos muy pegada a
Daniel. Y lo que más nerviosa le ponía era que aparte de sus
padres, también la estaría viendo Alejandro y no sabía porque,
pero quería bailar bien delante de él.

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