Capítulo
1: Conversación
Desde
que Sandra había hablado con ese chico en el colegio 4 días atrás
parecía que no era ella, estaba perdida como soñando despierta, y
sus amigas Lucía y Sara ya no sabían que hacer.
-Sandra
¿te encuentras bien?, parece que desde que la profesora Aguilar
sufrió el infarto estas muy tensa- Dijo Sara, a la que le acababa de
contar todo Lucía sobre lo sucedido 4 días atrás en el colegio en
su ausencia.
-Yo
creo que no es por la profesoraa...- Contesto burlona Lucía
tapándose la sonrisa con la mano.
-Yo
tampoco lo creo- Rió Sara.
-Bah!
Jamás entenderíais lo que pasa- Intervino Sandra, zarandeando la
mano arriba y abajo.
-Prueba
haber, podemos saber escuchar muy bien- Dijo Lucía guiñándole un
ojo a Sara.
-Bueno,
¿os acordáis del chico de Sexto que estuvo hace 4 días discutiendo
con los de nuestra clase?- Preguntó Sandra, ladeando la cabeza de un
lado a otro.
-Siiii!-
Dijeron las dos al unísono.
-Pues....
Creo que siento algo por él, algo raro..- Confesó Sandra con una
mano sobre el pecho.
-Y
tanto que si es raro, si no lo conoces de nada, y solo hablaste con
él una vez..-Se interrumpió Lucía, con el codazo de Sara.
Sandra
tenía la manía de morderse las uñas cuando se ponía nerviosa y en
ese momento lo estaba.
-Tienes
razón pero quiero conocerle, acaso ¿no puedo?- Pregunto
enfurruñada.
-Sí.
Claro, nosotras te ayudaremos- prometió Sara mientras señalaba a
Lucía que miraba a otra parte- no te preocupes, al menos ya has
hablado con él, por algo se empieza- Dijo sonriendo.
-Gracias
Sara- Agradeció Sandra.
Las
tres de camino a la cuarta clase del día, pasaban por el pasillo
hasta llegar a clase y en ese momento, el chico rubio de hace 4 días
aparecía por el otro lado del pasillo riendo con otro amigo.
Sandra
eufórica y sonrojada le miró fijamente, pero cuando pasaron a su
lado ni siquiera la miró.
-Sandra
¿estas bien?- Pregunto Sara mirando a Sandra preocupada.
Sandra
negó con la cabeza.
-No
le eches cuenta a ese inútil se cree importante por ser un curso
mayor- Dijo Lucía intentando animarla.
-No,
no es un inútil, es solo que no tiene porque mirarme para él yo no
existo- Dijo Sandra apretando los labios.
Sara
y Lucía se miraban mutuamente sin saber que decir y entraban en
clase para terminar el día.
1
de Junio.
Sandra,
Lucía y Sara entraban a clase llenas de euforias y gritando:
-YA
ESTAMOS EN JUNIO Y PRONTO EMPEZARA EL VERANO VIVA!!!- Gritaban las
tres a la vez elevando los brazos hacia arriba.
Riendo
y gastando bromas con sus amigos entraban a clase del Lunes.
Como
la Señora Aguilar seguía muy mal, hubo hora libre.
Sara,
Lucía y Sandra charlaban vivamente con Angela y Naty dos compañeras
de clases que eran inseparables y las gemelas María y Marina.
Mientras
Daniel y Javier se acercaron a ellas vacilantes.
-Ejem...-
Dijo Daniel primero, dandole un toque en el hombro a Sandra.
Sandra
se giró sobre sus talones y le miró con curiosidad.
-¿Que?-
Preguntó esta con una mueca en los labios.
-Pues
sobre lo que pasó en el fútbol hace unos días, que gracias por
ayudarnos aunque perdimos el partido pero al menos pudimos jugar-
Dijo Daniel entrelazando las manos.
-Emm...
De nada supongo, no fue nada solo que no me gusta ver peleas- Dijo
Sandra, mientras era pellizcada por Sara que estaba a su lado.
-Bueno
pues, hoy tenemos otro partido contra ellos, los de Sexto y me
gustaría que nos animases para poder darles la revancha-Dijo Daniel
sonrojado.
Sandra
se sonrojó también y asintió con la cabeza.
Daniel
también asintió y le hizo una seña a Javier para que supiera que
ya se iban, en ese momento miró de nuevo a Sandra y extendió la
mano para tocarle el hombro pero la quitó rápidamente al ver las
miradas de todas las chicas que se encontraban detrás de ella.
Dijo
adiós y se fue.
-A
ese le gustas- Dijo Angela.
-¿Que?
ni de broma- Dijo Marina- Es el tío que es más o menos el más
guapo de la clase, y le va a gustar Sandra y no le gusto yo, anda ya.
-Eres
demasiado orgullosa, me querría a mi- Dijo María sacándole la
lengua a su hermana gemela.
Las
dos comenzaron a discutir pero las demás estaban acostumbradas y ya
no las escuchaban.
-Pues
yo creo que estaría muy bien que le gustases a Daniel, mejor que ese
que nos as contado de Sexto, típico rubio con ojos claros , aunque
sean marrón claro- dijo Naty encogiéndose de hombros- que solo
piensa en si mismo y que tiene a todas las chicas a sus pies, bah yo
prefiero a Daniel.
-Y
que te hace pensar que Daniel no es también un engreído- Declaró
Lucía a la defensiva.
-Pues...-
En ese momento entró Aida la maestra de inglés.
-Silent
Please, comienza la clase- Dijo y todos se sentaron y guardaron
silencio, y sonó la campana , Aida siempre llegaba 3 minutos antes
de que sonara la campana. Era muy puntual y eso no les gustaba a los
alumnos de la escuela.
A
las 12:00 tocó la campana para salir al recreo.
Siempre
era un caos, los pasillos que tan solo, tan solo un minuto antes
estaban desiertos, en un minuto se llenaba de chicos de 6 hasta 12
años, que se amontonaban en el pasillo, y con codazos, apretujones y
pisotones se lograba cruzarlo hasta llegar a la puerta y que el Sol
te diera en la cara y llegara la brisa de verano, para que se fuera
todo el agobio de 3 horas de clases anteriores.
Sandra
recordó que no podía quedarse como siempre en el recreo tumbada
bajo los arboles a la sombra del caluroso Sol de Junio.
Tenía
que ir animar a su clase para el fútbol ya que Daniel se lo había
pedido.
Les
dijo a Sara y Lucía que se fueran a jugar, porque ella se iba.
Sandra
se despidió y se dirigió hacia el campo de fútbol y por el camino
se encontró a su chico de ensueño...

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